Voy a por tabaco, una moto y algo de valor (del monetario también)



Una nueva forma de hacer las maletas y al fin, aunque sólo dure unos pocos días: vivir.



Mirar a todas las chicas que me gusten, devolverles la mirada o decir algo ingenioso. Para tratar de detener la sangre de todos esos arañazos, navajazos y patadas en el estómago que he recibido (como todas las mujeres, lesbianas, bisexuales y transexuales) durante toda mi vida.
Recorrer en moto la ciudad, aunque sea sin la fuerza de sus muslos (mis "camas") rodeándome, por todas las veces que me culpabilizaron.
Reponer los libros que pude leer y que sí eran los adecuados para mi. Leer algo en catalá, intentaré que sea por el cinturón industrial de Barcelona. Para así, al menos, durante unos días desear: que ninguna de las mujeres que he conocido vean morir sus palabras y que se queden otra vez en silencio.
Comer algo que me guste y que sepa que ayudará a catalunya, por la frágil alimentación, escasa, por las comidas prohibidas, por estar toda la vida privada de según que alimentos. Por al fin, durante algunos días, aunque haya sido tarde, disponer de una dieta equilibrada y sabrosa.




Y luego...espero que me vaya bien: me lo merezco.

El meu amor sense casa.
L’ombra del meu amor sense casa.
La bala que travessa l’ombra del meu amor sense casa.
El vent que arrenca les fulles que cobreixen la bala que travessa
l’ombra del meu amor sense casa.
Els meus ulls que arrelen en el vent que arrenca les fulles
que cobreixen la bala que travessa l’ombra del meu amor sense casa.
El meu amor que s’emmiralla en els ulls que arrelen en el vent
que arrenca les fulles que cobreixen la bala que travessa l’ombra
del meu amor sense casa.


A Tresa & Eli

Maria-Mercè Marçal, «El meu amor sense casa». Barcelona: Edicions 62 - Empúries, 1988, p.83.


  • Digg
  • Del.icio.us
  • StumbleUpon
  • Reddit
  • RSS