Diada de Sant Jordi: 365 dies in Catalonia


Resulta peculiar ver a todo el mundo paseando tranquilamente por la calle con una rosa y mirando grandes librerías al aire libre.
¿Qué pasa el 23 de Abril en Catalunya, en Valencia y en Mallorca?
Pues que es la Diada de Sant Jordi, el patrón de los Países Catalanes.
La tradición de la rosa y el libro es muy antigua y está muy arraigada en toda la sociedad y en todas las edades.

Las mujeres reciben una rosa de su amado y ellos son recompensados con un libro.
Es usual regalar la rosa a todas aquellas personas que quieres.

La tradición del libro es sencilla de explicar; en este día se conmemora la muerte de dos grandes plumas de la Historia de la Literatura: Miguel de Cervantes y William Shakespeare.

Esta fecha está declarada por la Unesco como el día del libro. La historia de la rosa, es más compleja, pero está rodeada por una aureola de romanticismo que la hacen especial.




Todo nace a partir de una leyenda medieval







Había una vez un monstruo que vivía en un lago al lado de una pequeña ciudad. Su presencia tenía atemorizada a toda la población y su aliento llegaba hasta el interior del recinto amurallado. Para evitar su ira y no tentar su ferocidad, los ciudadanos tenían que llevarle cada día dos ovejas.

Pero las ovejas se acabaron y el cruel animal amenazaba con atacar y arrasar toda la población.

Por eso el rey decidió que se le iban a entregar personas.
Mandó que todos los padres diesen a sus hijos, uno por uno, a la fiera.


Siguiendo un sistema de azar; pero un día, por este sistema, le tocó a la hija del rey.
Este, lleno de pesar, dijo al pueblo que repartiría todos sus bienes si la princesa era dispensada de su muerte segura.

El pueblo no lo quiso, incluso amenazaron con quemar el palacio real, por eso aceptó y libró a su hija a la bestia.
Cuando la princesa ya había hecho gran parte del camino sola, pasó por allí un caballero sobre un gran corcel blanco.
Este, viendo a la doncella desconsolada le preguntó qué le pasaba.
Ella se lo explicó y, cuando se percató de que el dragón se acercaba hacia donde estaban, el caballero tomó la lanza y se enfrentó con la cruel fiera.

Sant Jordi, que era el caballero, hirió gravemente la bestia, la ató con el ceidor de la princesa y lo pasearon por toda la ciudad como un perro indefenso para demostrar que estaba vencido.
Finalmente, el caballero le clavó con fuerza la lanza y lo mató definitivamente.

De su sangre, nació un rosal bellísimo, del cual cortó la rosa más hermosa para entregársela a la dama.

De aquí nace la tradición de la rosa como presente del día de Sant Jordi.






Por Eduard Juncosa.









Hay muchas maneras de celebrar esta festividad, supongo que hay más variantes. Yo hice la mía propia:


Anoche pasee por las ramblas de noche, celebrando de algún modo mi año por esotos lares, la ví en su apogeo cotidiano, la única diferencia era que el recorrido había cambiado un poco por los puestos de los diferentes colectivos que se reunen hoy para celebrar y hacer un poco el agosto. Pasee por esa calle, mi calle, la única calle que he sido capaz de recorrer casi en su totalidad agarrada de la mano de una chica, y acabé en el puerto. Que curiosamente, había unos Pakis-Hindús, los cuales me saludaron cordialmente y a los que le conteste de igual modo, y no sé, me sentía bastante bien a su lado, en la distancia, pero cerca, no sé...Luego volví a casa, me hice un bocata vegetariano y me puse a ver una película de Emmanuelle, y a maldecir al susodicho especimen masculino que se la trincaba en: san francisco, china, una nave espacial, italia, sri lanka...las selvas de Borneo. Criticaba la música de la película, que era muy exagerada, o los alaridos de la pareja ayuntadora que también eran bastante exagerados. Total, con un cabreo del quince, me fuí a la cama, y lo más curioso es que no estaba nada calurosa (por decirlo de algún modo) y eso me asustó.



Y bueno, hoy me apetecería dar como mínimo tres flores a tres mujeres y un poema




Estela, la sal. (Cádiz)




A Una dona papalagi, el vino. (Barcelona)




Y a E de Elefanta, las fresas. (Barcelona)




Como jamás me atreveré a hacerlo, ni tengo recursos, ni si quiera querran tales flores, pues, les dejo aquí un poema de Maria - Mercè Marçal, de su libro, Bruixa de Dol.







XII




Els Teus Llavis. La fruita. La magrana....




Ángel rebel, tot olor de gingebre.




Atrapa'm pels replecs d'aquesta febre.




Vine amb verdor de pluja. Sargantana




que em fuges pels cabells, sense frontera,




al bat del sol, ales d'ocell nocturn!




Serves per cor la Lluna o Bé Saturn




i, als ulls, un tast de boira marinera.







El teu cos mineral. Sal.Vi.Maduixa.




Com una serp, cargola't al meu ventre




i cerca'm amb verí d'amor, el centre.




Tu seràs un gat negre. Jo una bruixa.




Ens fitarem errants, i en el devari




la lluna, cega, encendrá l'escenari.















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